domingo, mayo 14, 2006
La vida empieza a los 40
Artista: Pearl Jam
Álbum: Pearl Jam
Calificación: Cuatro sillas
Tengo una durísima confesión que hacerles. Se que es difícil…pero el momento de decirlo ha llegado: nunca me gustó demasiado Pearl Jam (¡guau! ¡siento como si me hubiera sacado un peso de encima!). Bueno, en realidad Ten estuvo bueno y el video de Do The Evolution es uno de los mejores que he visto en mi vida, pero casi todo lo demás que hizo la banda (especialmente desde Vitalogy en adelante) siempre me pareció opaco, gris y un poquitín…en fin…embolante (al carajo con la elegancia).
Pero con el nuevo y autotitulado disco de Pearl Jam, debo decir que he visto la luz. Me he convertido en una enamorada totalmente cursi y adolescente. De hecho (y ante mi propia vergüenza) el otro día estuve a punto de tallar en un árbol del Parque Sarmiento el nombre de la banda encerrado en un corazoncito. Es que Pearl Jam es un disco tan honesto, tan vital, tan lleno de energía contagiosa, que cada vez que el CD empieza a girar y escucho esa maravilla que es Life Wasted me dan ganas de abrir la ventana y aullarle la letra al ocasional caminante que pase por la vereda (aguántenme un segundo que me seco la baba).
Y la principal razón es que los chicos de Pearl Jam dejaron de parecer viejos amargos para volver a abrazar a su adolescente interior. Si bien hay mucha desesperanza política encerrada en este álbum (“En medio de esta locura el pensamiento se adormece y se vuelve ingenuo. Hay mucho de lo que hablar y nada que decir” canta Eddie Vedder en World Wide Suicide), la banda la maneja de una manera tan explosiva, que no hay espacio para la depresión ni para los quejidos cobainicos. En vez de quedarse en casa y putear para nuestros adentros sobre lo mal que esta todo, Pearl Jam invita a salir, a caminar hasta la Casa Blanca y escupir toda la mala leche en la cara de imbécil del mismísimo Bush.
Pero el tinte de protesta nunca satura ni se vuelve panfletario, ya sea porque Eddie en el fondo nunca deja de ser un muchacho sensible y un poco romanticón (y deja caer Come Back, una balada dolorosa y de tinte blusero, de esas para escuchar con un vaso de alcohol en la mano), o porque sabe hacer un muy buen uso del inteligente truco de mirar a través de los ojos de otro. El mejor ejemplo de esto es Unemployable, donde mastica la bronca de un tipo recién despedido de su laburo, que golpea su casillero de metal con un puño que porta un anillo con la leyenda “Jesús salva”, mientras la banda ejercita sus músculos setentosos y muestra porque Neil Young los eligió de compañeros en Mirror Ball.
De todos modos, y a pesar de las estrellitas que me aparecen en las pupilas cuando hablo de este disco, la cosa no deja de tener cierto sabor a karma para mi, ya que Pearl Jam parece haberse desquitado de mi desinterés por ir a ver su show en Buenos Aires el año pasado grabando este álbum de la puta madre. Se que fui una nena mala y que no me lo merezco, pero por favor…¿podrían volver prontito? ¿Si? ¿Porfis?.
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9 comentarios:
Estos tipos se despertaron muy tarde che... que manga de aburridos, este vedder me parece que un dia se miro al espejo y penso: Oh shit!, i'm god!... en fin, que feo que es ponerse viejo y choto!... No tengo nada en contra de este disco, en buena hora que no sacaron otro somnifero mas... pero el arte de tapa... puaj!!!!
El arte de tapa es feo en serio, pero Eddie es cualquier cosa menos un viejo choto...esta hecho un caramelito.
El problema de Pearl Jam es el estudio, no me cabe ninguna duda.
En vivo suenan cien veces mejor, y esto es algo que ya era criticable. No poder meter la energia en el estudio parecia ser el karma de PJ. Y como habia poca alma (no eran los Alice in Chains por ejemplo) hubo discos aburridos.
Es cierto, el unico tema de la etapa nueva fue Do the evolution, el que tendria que haberles marcado el camino...
EL disco no lo oí, pero sera escuchado en la brevedad y les dare mi impresion...
Ehhh, Petra, querida, no me digas que no fuiste a ver a PJ, Y FUISTE A VER A OASIS!!!!!!!!
Noooo, querido! No fui a ver Pearl Jam porque me gaste el dinerito yendo a ver a Megadeth al Pepsi. Te cuento que soy cordobesa, por lo que, por cuestiones de transporte, solo me permito elegir un recital por año para ver en Buenos Aires (a lo sumo, y si los billetes me acompañan, elijo 2)
Y 100 % de acuerdo con lo de tu post anterior.
Problema similar, vivo hace 14 años en Catamarca...
Tuve las entradas para las dos fechas de Megadeth en el 92, pero el Colo se mando una intoxicación y entro en rehabilitacion.
Devolvieron la guita con una entrada para ver a Pappo y los Widowmakers...
Todo bien con mi hermano el Carpo (que Dios lo recoja en su santa gloria), pero me perdí a Martin Friedman...
Pero no es tan para llorar:
Dos semanas antes vimos a Motorhead y Exodus juntos...
SI! Exodus! Envidien...
Si, a mi me pasó lo mismo con Metallica. Me quedé con las entraditas en la mano y más triste que una viuda. Malditos vejetes!!
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