miércoles, febrero 18, 2009
La leyenda continúa (Entrevista a Roger Glover)
"Viví 30 años en Inglaterra, luego 30 en Estados Unidos y ahora me estoy mudando para pasar 30 años más en Suiza". Con esa frase, emitida con impecable jovialidad, Roger Glover, bajista de Deep Purple, muestra que el cansancio no es lo suyo. Y eso es todo un logro, luego de una carrera de más de 30 años donde no sólo militó como bajista en Purple, sino que también se probó como productor (para su propia banda, y para grupos como como Rainbow y Judas Priest).
Obviamente, tantas carreteras recorridas con Deep Purple han escrito historias de amistades y desencuentros. En la columna positiva, por ejemplo, se puede anotar su inoxidable relación con el vocalista Ian Gillan, que data desde antes de la entrada de ambos a la banda y que también redundó en una sólida sociedad compositiva. "Hemos vivido muchas cosas juntos y, en cierta forma, somos como hermanos", comenta Glover con respecto a su amistad. "Y, como suelen serlo los hermanos, somos opuestos y peleamos. Pero cuando escribimos juntos sabemos balancearnos muy bien. Yo siempre fui una persona creativa, antes de que él lo fuera, y yo lo incité a componer. Pero, por otro lado, el terminó convirtiéndose también en alguien muy creativo. Y si él tiene una buena idea al momento de escribir una canción, yo no interfiero y le permito seguir adelante, porque él tiene su propia voz y a veces se le ocurren cosas que a mi nunca se me podrían pasar por la cabeza. Lo que yo siempre tengo en mente es lo que es mejor para la canción, no hay cuestiones de ego de por medio".
–Con Ritchie Blackmore (ex guitarrista de Deep Purple) te has peleado y te has reconciliado varias veces. ¿Cómo es tu relación con él ahora?
–El dejó definitivamente la banda hace 15 años y, en cierta forma, eso es casi una vida entera. Creo que fui la última persona en hablar con él, una vez que lo encontré en Nueva York casi por accidente, unos meses después de que dejole grupo. Ritchie no es un hombre muy comunicativo, y tengo la sensación, por declaraciones suyas que he leído, de que no quiere hablar conmigo. Es triste, porque él fue una persona muy importante en mi vida. Pero uno sigue con sus cosas, es como un divorcio.
–¿Cómo era estar en el medio de las competencias escénicas que solía haber entre los miembros de la banda?
–La fricción siempre estaba presente entre Ritchie y Jon (Lord, ex tecladista). Pero no era maliciosa y, de todas formas, era un buen combustible para los shows. Si sos expresivo, vas a dejarte llevar por la emoción del momento y, si sentís la tensión de alguien que está tratando de superarte, vas a tocar con mucho más sentimiento. Ian Paice (el baterista) los ignoraba a los dos y tocaba lo que tenía ganas de tocar, Ian Gillan estaba al frente y hacía lo suyo y yo pensaba “bueno, que sea lo sea”.
La realidad supera a la ficción
En los ’70, Deep Purple fue, junto a Led Zeppelin, el paradigma del grupo enfermo de estrellato, lleno de peleas, caprichos y bizarras historias con groupies. Seguramente, el que haya visto la comedia This is Spinal Tap (un hilarante rockumental sobre una banda ficticia) habrá hecho algún que otro paralelo con la historia de Purple. Y Glover es consciente de eso. "This is Spinal Tap es una película fabulosa y debería haber ganado un Oscar", afirma con entusiasmo de fan. "Y, como todas las buenas cosas humorísticas, su humor viene de la observación. Todas las bandas son como Spinal Tap y se dejan llevar por su estrellato. Y creo que hay varias referencias a Deep Purple y a Rainbow en esa película, especialmente con respecto al número de integrantes que entra y sale de la banda. ¡No hay nada más extraño que la realidad!"
–Hablando de Rainbow, donde cantaba Ronnie James Dio, vos trabajaste al lado de muchos grandes vocalistas ¿Cuál te impresionó más?
–Bueno, me alegra que hayas nombrado a Dio, porque él es el que se destaca. Lo conocí en 1972, él estaba en una banda poco conocida que se llamaba Elf y yo lo produje. Y la primera vez que lo escuché me maravillé con el poder de su voz. Y al verlo trabajar en estudio, me di cuenta de lo diferente que era. La mayoría de los cantantes graba una o dos frases y luego las repite. Ronnie casi nunca hacía eso: empezaba una canción y la hacía hasta el final. Pienso que, de alguna manera, se ha limitado a sí mismo haciendo sólo heavy metal. Cuando trabajó conmigo en Butterfly ball (el primer álbum solista de Glover, grabado en 1974), cantó con un registro muy suave y me di cuenta de que puede hacer cualquier cosa.
–¿Hay algún bajista de tu generación a quién admires?
–Nunca escucho a otros bajistas para tenerlos de modelos a seguir. Sin embargo, hay uno que para mí se destaca entre los demás y es Paul McCartney. Cómo bajista es increíble, puede ser simple y muy melódico al mismo tiempo. Cuando yo era un adolescente, la música tenía líneas de bajo muy simples, pero él podía destacarse.
–¿Pensás que Inglaterra necesita una revolución musical cómo la que ocurrió en los ‘70?
–No creo que vuelva a pasar lo que sucedió en los ’70. En esa época, el mundo era pequeño en relación con la manera en que la música llegaba a la gente. Los grupos se conocían por la radio o de boca en boca o por recitales. Pero ahora, Internet y la tecnología digital cambiaron todo. Hay una atmósfera de villa, una cercanía constante, una escena global, si se quiere. De hecho, la última escena localizada en la que puedo pensar es en la de Seattle en los ’90. De todas formas, si hay un problema con la música hoy es que es algo así como decoración para tus oídos. La idea de expresarse en vivo se ha puesto en un segundo plano con respecto a la tecnología. Pero creo que ya hay reacciones contra eso. Hay mucha buena música dando vuelta, sólo que no se la conoce porque no está en los medios ni en los charts.
(Publicada hoy en La Voz del Interior)
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6 comentarios:
tenes razon Roger...un zarpado Dio!!
Ella entrevistando a Glover, y yo contando moneditas...
Ai jeit iu!
muy buena !
Y sí, Roger: "Stonehenge" podría tranquilamente ser un tema de Rainbow.
http://www.deezer.com/track/93197
Dio podría cantar cualquier cosa. Un groso.
Muy buena nota, la vi un poco tarde pero no obsta para el elogio.
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