viernes, septiembre 01, 2006
Cállense y hagan headbanging
Artista: Slayer
Álbum: Christ Illusion
Calificación: Cuatro sillas y media
Ya sé que la mayoría de las bandas “se deben a su público”, pero…¡qué criaturitas insoportables somos los fans! Si un grupo se mantiene fiel a su sonido durante mucho tiempo, muchos dirán “ahhh noooo, a mi ya no me gustan porque aburren y no se arriesgan nunca”. Y si una banda hace un cambio estilístico, llueven los gritos de “¡¡¡¡vendidos!!!”. Dicho esto, nunca entendí por qué, luego del lanzamiento de Diabolus In Musica y God Hates Us All, cierto porcentaje de los fans de Slayer salieron a declarar con total convicción que el grupo se había vuelto “nü metal”. Es obvio que ninguno de los dos discos repitió el infierno thrash de Reign In Blood, pero si mal no recuerdo, Tom Araya no se entregó a las rimas raperas, las letras de Kerry King no mostraban el menor signo de angustia existencial, y ni él ni Jeff Hanneman decidieron pasarse a las violas de siete cuerdas. ¿Qué mente retorcida puede relacionar a Slayer con Limp Bizkit? ¿Estoy TAN equivocada cuando pienso que Slayer es una de las pocas bandas que ha sabido dominar el difícil arte de darle pequeñas vueltas de tuerca a su estilo manteniéndose lo más cerca posible a la propuesta originaria?
Pero lo que sí faltaba en aquellos dos álbumes, a mi juicio, era un poco más de instinto asesino. Si bien el grupo seguía pesado hasta la médula (aunque de una manera menos thrash metal), parecía más una banda organizada de atildados homicidas a sueldo que una feroz pandilla de sanguinarios serial killers. Muchos se aventuraron a decir que todo se debía a la ausencia de su baterista original, el monstruo mítico del doble pedal, Dave Lombardo. Pero, ante estos comentarios, yo siempre chasqueaba la lengua, tiraba los ojitos para atrás y decía “naaaaahhhh, no hay forma que la falta de un simple y humilde músico pueda hacer tanta diferencia”.
Cual sería mi sorpresa cuando escuché por primera vez lo nuevo de Slayer, Christ Illusion. De repente, mi lengua volvió a reposar calma en el piso de la boca, mientras mis pupilas volvían a su posición normal. ¡Que lo parió! ¡Era verdad! El retorno de Lombardo había producido en la banda el mismo efecto que una gota de sangre cayendo enfrente de una manada de tiburones. Había convertido a un grupo de cansados animalejos carnívoros en una horda de bestias ávidas de carne.
Pero ojo, tampoco da como para poner todo el peso del éxito sobre los cubanos hombros del batero. Hace mucho (creo que desde Divine Intervention) que no apreciaba tanto equilibrio compositivo en un álbum de Slayer. El costado denso y retorcido brilla en Eyes Of The Insane y Black Serenade, mientras que la insanía hardcore-thrash más directa explota en Flesh Storm y Consfearacy. Pero creo que lo mejor del disco se encuentra justamente cuando ambos extremos se juntan, y Slayer demuestra su maestría en la tarea de apilar cambios de marcha. En este sentido, toda la banda se luce en Supremist: King y Hanneman dan cátedra de riff, Araya aúlla como un poseso y Lombardo hace sospechar de su condición de ser humano. Y Jihad es otra deliciosa porción de variedad rítmica, con un tempo quebrado que estalla en el paso marcial del estribillo y una letra tan abiertamente provocativa (habla de los ataques terroristas del 11/9 desde el punto de vista musulmán) que da gusto pensar como los fundamentalistas yanquis se retuercen al escucharla. De todos modos, la persona que a esta altura sea lo suficientemente idiota como para tomarse literalmente la lírica de Slayer se merece más que un disgusto. No es difícil adivinar que detrás de los “666”, “viva Satán” y “la religión es violación” salpicados en las letras de Christ Illusion se esconde una abierta condena a los cultos masivos como responsables subconscientes (y no tanto) de los conflictos bélicos mundiales. Como pueden ver, la cuestión viene brutal, vertiginosa y hasta madura ¿Qué más quieren, fans gataflorescos? Si alguien se atreve a mencionar la palabra “nü metal” después de escuchar este álbum, espero que la venganza divina les traiga una calvicie tan fulminante como la del mismísimo Kerry King.
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8 comentarios:
... y gracias a Dios por el Trash...
... el Trash nuestro de cada día, danoslo hoy...
Volvio slayer!
Que alegria!...parece que este disco esta a la altura de "Reing in blood".. uh, el infierno sonoro... que lokura.
Si, niña!!!!!!! Me sequé la mente con Soundgarden y Nirvana... ese fue el resultado.
Igual ya tengo audio... pero perdí todos mis favoritos, maldición!!
No sabés que bueno estuvo ayer lo de Angeles. Nos vemos tonight. Preparate para Colonia.
Besos
Disculpen por lo atrasado de la crítica, he estado mitad colgada y mitad ocupada. Está en camino la del nuevo de Motörhead.
Y si, lombardo es un groso, es todo lo que puedo decir, porque la verdad que slayer nunca me gusto, ni en este disco ni nunca... Pero aguante lombardo, mas que nada por fantomas. Lo de nu meta es exagerado che, jajaja que diria kerry king? Siempre puteando a esa camada de bandas...
Por Satán, que bueno está este disco! Tengo los sesos imbuidos de palo-matraca-tumtum en su justa medida y armoniosamente.
(perdon diosito, pero no cabia que pusiera "por dios" en este comment a un disco de Slayer).
Exagerado como es, Nico, muchos fans de Slayer llegaron a catalogarlos de "nü" en los últimos discos. Y Fender...buena observación eso de "en su justa medida y armoniosamente". El desmadre es brutal en este disco, pero nunca llega a saturar ni a sonar como "ruido".
Muy buen trabajo Naty!.
Es excelente la calidad de tu blog.
Mis más sinceras felicitaciones.
Sigue adelante.
=)
Pablo
Xx ESPERANZA xX
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